terça-feira, 24 de fevereiro de 2015

Venciendo diariamente






Tenemos una lucha diariamente para conquistar nuestra salvación y nuestros objetivos en esta vida.
Y para esto suceda, tenemos que usar la fe inteligente, trabajando siempre contra las artimañas del mal. 
Y nos tornamos vencedores cuando actuamos al contrario de lo que el mal quiere.

Si el mal te hace llorar, entonces sonríe.
Si el mal trabaja para que usted desista, entonces persevere hasta conseguir lo que quiere.
Si el mal usa alguien en contra de usted, entonces ore por esta persona.
Si el mal trabaja pasa ensuciar su corazón, entonces mantengalo limpio como la nieve.
Si usted perdió algo, luche para conquistar algo mucho mejor.
No mire hacia atrás, mire hacia adelante, olvídese del pasado.

"Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz.  Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos."
(Efesios 6:10)